La importancia de los grupos de interés en la RSE: Actualmente, las empresas enfrentan cada vez mayor presión para hacer pública la información sobre su desempeño en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), de forma tal que les permita tener legitimidad frente a sus stakeholders o grupos de interés, entendidos según Edward Freeman como los grupos y los individuos que pueden afectar o que pueden verse afectados por el logro de la misión de una organización. Definición que abarcaría a los accionistas, empleados, proveedores, clientes, y comunidades, entre otros.
La importancia de los grupos de interés en la RSE
Es así como, en las últimas décadas, la RSE y el enfoque de los grupos de interés han ido ganando relevancia en la agenda empresarial, lo que ha derivado en el establecimiento de diversos modelos de gestión que incluyen la comunicación de estrategias, programas y acciones de sustentabilidad de las empresas, como un esfuerzo de diálogo, transparencia y rendición de cuentas hacia sus stakeholders.
La teoría de los grupos de interés promueve que todos éstos sean tomados en cuenta para las decisiones de la empresa que puedan afectarles, y por ello, esta teoría ha tenido tanta aceptación como uno de los fundamentos de la gestión de la RSE.
Sin embargo, hay que distinguir entre la gestión y el involucramiento de los grupos de interés. De acuerdo con diversos autores, el primer término se refiere sólo a la administración de las expectativas de los grupos de interés por parte de la empresa, mientras que el involucramiento implica un compromiso mutuo para resolver los temas que surjan por la relación entre la empresa y sus stakeholders.
Así entendido, el involucramiento de los grupos de interés en las operaciones de la empresa implica un constante diálogo; como se recomienda en la elaboración de informes de sostenibilidad bajo las metodologías y estándares de Global Reporting Initiative o el modelo de Comunicación sobre el Progreso del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que les permiten a las empresas presentar periódicamente sus resultados y avances en cuanto a su desempeño sustentable, a través de indicadores (económicos, sociales y ambientales) o bajo ejes temáticos y principios consensuados internacionalmente.
Aunque muchos de estos y otros estándares e iniciativas hacen referencia a la participación de los grupos de interés en todo el proceso de implementación y gestión de la RSE (incluida la elaboración de informes de sostenibilidad), poco se explica cómo debe llevarse a la práctica este enfoque, lo que sin duda ha generado áreas de mejora en la participación de los grupos de interés, principalmente de los públicos externos, los cuales frecuentemente están ausentes en este proceso.
Es por ello que para muchas empresas resulta necesario reforzar los diversos mecanismos de participación de sus grupos de interés en su gestión de RSE, en especial aquellos que facilitan un verdadero diálogo e involucramiento continuo en todo el proceso; por ejemplo, en materia de comunicación, para asegurar la materialidad y la relevancia de la información reportada en los informes de sostenibilidad, considerando desde la definición de los contenidos del documento hasta su verificación o auditoría externa.
Sin duda, para poder asegurar esta participación se necesita tener un mapeo de los grupos de interés y de sus expectativas las cuales pueden ir cambiando en el tiempo , y establecer los canales adecuados para dialogar, solicitar información y recibir retroalimentación de aquellos considerados como prioritarios.
La integración de estos elementos a los sistemas de gestión de RSE o de desempeño sustentable permiten a la empresa generar valor al tomar mejores decisiones, estar mejor preparadas frente a posibles riesgos y/o eventualidades y tener una relación mucho más armoniosa con sus stakeholders.
Autor: Jorge Reyes Iturbide – Director del Centro IDEARSE para la Responsabilidad y Sustentabilidad de la Empresa de la Universidad Anáhuac.