La Sostenibilidad empieza en cada uno de nosotros: Es a través de las decisiones de compra de los consumidores, de las decisiones de inversión de los inversionistas o de las decisiones de apoyo o de voto de los ciudadanos como se puede ir presionando a las organizaciones para que éstas adopten un actuar mucho más responsable con el medio ambiente y la sociedad, teniendo como fin común al desarrollo sostenible.
La Sostenibilidad empieza en cada uno de nosotros
En las últimas semanas hemos recibido una gran cantidad de noticias, comunicados, anuncios, etc. de diversas empresas, gobiernos y organizaciones tanto nacionales como internacionales, sumándose a la lucha contra el cambio climático, estableciendo compromisos ambiciosos al 2030 o al 2050 de llegar a ser “net zero” y en general refrendando su compromiso con el desarrollo sostenible, y aunque esto puede no ser suficiente, es una gran señal de que hacia allá debe de transitar no sólo economía, los mercados, o las instituciones, sino también la educación y conciencia de las personas.
Y es que al final, quienes conforman las empresas, las dependencias de gobierno o las organizaciones de la sociedad civil, somos personas, y en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestras decisiones y acciones es en donde radica el verdadero poder de hacer un cambio profundo y significativo hacia la sostenibilidad de nuestro planeta, en sus dimensiones social, ambiental y económica.
Es a través de las decisiones de compra de los consumidores, de las decisiones de inversión de los inversionistas o de las decisiones de apoyo o de voto de los ciudadanos como se puede ir presionando a las organizaciones para que éstas adopten un actuar mucho más responsable con el medio ambiente y la sociedad, teniendo como fin común al desarrollo sostenible.
Para algunos, pudiera parecer que sus decisiones o acciones en lo individual tienen un impacto muy pequeño o limitado, sin embargo la suma de todas ellas es la que puede generar grandes cambios o transformaciones cuando se ve desde lo colectivo; pero para ello se requiere de una conciencia que nos oriente a tomar esas acciones en favor del bien común, a partir de un firme compromiso con éste, que es necesario inculcar y desarrollar a través de la formación en estos temas en los diversos niveles educativos, pero también desde casa, desde el trabajo y desde las comunidades de las que formemos parte.
Desde el 2015, con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se fijó un plan de acción al 2030 centrado en las personas, el planeta y la prosperidad que requiere de las alianzas de los distintos sectores para alcanzar un contexto de paz; sin embargo, es importante no dejar de lado el rol activo y asumir la corresponsabilidad que debemos tener cada uno de nosotros en lo individual, para contribuir al avance y logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en dicha iniciativa.
Aquí la invitación a que juntos, entre todos, podamos reforzar e impulsar también una educación para el desarrollo sostenible, como elemento fundamental y detonador para la construcción de organizaciones y comunidades más justas, equitativas e inclusivas, a partir de un cambio cultural centrado en la dignidad de la persona.
Prácticamente empezando con la época Navideña y a unas semanas del fin de año, es buen momento para poder reflexionar y empezar a plantearnos los propósitos para el 2022, en el cual ojalá podamos incluir conocer más sobre el desarrollo sostenible, involucrarnos activamente en iniciativas que estén alineadas a éste, y en la medida de los posible, considerar los temas sociales y ambientales en nuestras decisiones y acciones.